Las empresas españolas que desplazan trabajadores a Francia deben prestar especial atención a la jornada de trabajo ya que la normativa en Francia es complicada y su incumplimiento puede acarrea importantes sanciones.
En teoría, el límite de la jornada laboral en Francia es 35 horas semanales. Pero un acuerdo mayoritario de empresa puede derogar ese límite. Las horas que superen la jornada máxima se deben abonar al menos con un diez por ciento de mejora sobre la hora ordinaria. Dicha compensación puede ser abonada en efectivo en la nómina o mediante descanso compensatorio. En ningún caso se puede superar el límite de 48 horas semanales incluyendo eventualmente las horas extras ni 44 horas semanales en un período de referencia de 12 semanas consecutivas. La inspección del trabajo puede permitir en circunstancias muy excepcionales hasta 60 horas semanales.
En cuanto a la jornada diaria esta no puede superar en ningún caso el límite de 10 horas diarias. No se computa como tiempo de trabajo: la pausa de la comida, el tiempo para vestirse y desvestirse, el tiempo de trayecto habitual entre el domicilio y el lugar de trabajo, ni tampoco el tiempo en estado de “localizable”. Igualmente se debe tener en cuenta que los límites de la jornada semanal no se aplican a determinados sectores: el transporte por carretera, el personal de directivos o ejecutivos ni a los agentes comerciales, el sector marítimo, al sector de la hostelería y restauración que tiene su propio régimen, tampoco al personal doméstico o cuidadores familiares ni tampoco a los conserjes de comunidades de vecinos.