Francia es un país muy garantista en lo que se refiere a los derechos de los trabajadores. Por ello no es de extrañar que las visitas de las inspecciones de trabajo sean algo muy frecuente.
Los inspectores franceses se encargan de supervisar que la actividad laboral se encuentre dentro del marco de la legalidad laboral vigente y que los empleadores respeten los horarios, descansos y tiempos de los trabajadores, aunque se encuentren a kilómetros de distancia unos de otros.
Sin embargo, muchas empresas extranjeras desconocen la importancia del papel de la Inspección de Trabajo francesa y no prestan mucha atención cuando reciben una visita. El error les puede salir muy caro, ya que las multas llegan a los 4.000 euros por trabajador y sanción.
Si ha desplazado trabajadores a Francia, le recomendamos encarecidamente que se apoye en un profesional del derecho laboral francés para evitar sanciones que puedan llegar a tener un gran coste para su empresa. Puede obtener más información contactando con nosotros en info@roalesnieto.com